Cuando
recibe una solicitud, el franquiciante debe estudiar la factibilidad de la
misma. En primer lugar debe cerciorarse que está ante un franquiciado ideal.
Hay un post en este mismo blog al respecto.
Es bueno tener varias entrevistas hasta estar seguro, invitarlo a almorzar, ver como piensa, cuál es su historia, cuáles son sus objetivos de vida, qué pretende para su futuro.
Es importante sacar como conclusión que el potencial franquiciado está "enamorado" de la marca.
Luego tiene que chequear que el territorio solicitado no “moleste” en el plan
territorial de mediano plazo que tiene diseñado. Cualquier alteración en un
territorio puede cambiar dramáticamente el flujo de negocios en el mediano
plazo (shopping centers, autopistas, puentes, subte, marcas competidoras,
marcas complementarias).
Las ganas de abrir una franquicia no deben prevalecer
sobre la estrategia del Plan de Negocios y sus impactos futuros. Si hay dudas es mejor evitar problemas. No se deben otorgar franquicias porque sí.
Por último,
debe estudiar cuidadosamente la logística de la nueva apertura y estar seguro
que se encuadra en su modelo de ingeniería franquiciante-franquiciado. Si hay problemas de entrega de productos, o va a ser difícil conseguir el personal adecuado, o va a ser difícil entrenar a este personal, es mejor no otorgar la franquicia.
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